La noticia ha sacudido el panorama mediático y financiero en España: Joseph Oughourlian, presidente de PRISA, ha puesto oficialmente en venta la Cadena SER y El País por una cifra que ronda los 750 millones de euros.
Esta decisión llega en un momento de máxima tensión dentro del grupo, con divisiones evidentes entre los accionistas y movimientos estratégicos que dibujan un escenario tan incierto como relevante para el futuro del periodismo nacional.
La propuesta, filtrada en las últimas horas, supone una de las mayores operaciones corporativas de los últimos años en el sector de medios de comunicación español.
El País, otrora considerado un diario de referencia en lengua española, y la Cadena SER, cadena histórica de la radio generalista, representan no solo activos económicos clave, sino también un capital simbólico para la sociedad española, en especial entre la izquierda que ha dirigido la postura de los dos medios.
Claves de la operación, tensión interna y batalla por el control
- Precio solicitado: 750 millones de euros por ambos activos principales.
- Presión financiera: PRISA arrastra una deuda significativa, con recientes acuerdos de refinanciación y ampliaciones de capital que no han logrado calmar la inquietud entre los accionistas.
- Situación accionarial: Oughourlian controla más del 29% del capital tras compras recientes por valor de más de 6 millones de acciones, mientras otros inversores han mostrado su descontento con la gestión actual.
Este movimiento se produce apenas unas semanas después de que un grupo de accionistas españoles ofreciera 450 millones por estos mismos activos, lo que refleja la diferencia entre las expectativas del presidente y las valoraciones del mercado.
Tras conocerse esa oferta, las acciones del grupo subieron más de un 5%, señal del interés y volatilidad que genera cualquier noticia sobre el futuro de PRISA.
En las últimas semanas, la pugna interna dentro del consejo de administración se ha intensificado. La reciente dimisión del consejero delegado de PRISA Media, Carlos Núñez, tras rechazar su propuesta para lanzar una televisión en abierto, es solo la punta del iceberg. A esto se suma una demanda interpuesta por Global Alconaba (7% del capital), relacionada con la refinanciación acordada con Pimco y la ampliación de capital, actualmente judicializada en Madrid.
Esta fragmentación ha llevado a Oughourlian a reforzar su posición mediante sucesivas compras de acciones. Entre el 1 y el 3 de abril adquirió más de 6 millones de títulos a precios entre 0,38 y 0,41 euros por acción, consolidando así su liderazgo ante una inminente junta general donde se prevé una confrontación directa con otros grupos accionistas relevantes.
¿Por qué vender ahora?
La decisión responde a varios factores:
- La necesidad urgente de liquidez para reducir deuda estructural.
- El creciente desgaste político y mediático tras años de alineamientos editoriales polémicos.
- La presión ejercida por fondos acreedores como Pimco, que buscan maximizar el valor recuperable ante un entorno publicitario incierto.
- El riesgo reputacional si se agravan las disputas internas o judiciales.
El mercado interpreta este paso como un intento claro de maximizar valor antes de posibles depreciaciones adicionales. Además, el actual contexto político y económico español añade incertidumbre sobre la rentabilidad futura del sector.
¿Quién podría comprar?
Aunque aún no hay candidatos confirmados oficialmente, en el entorno financiero ya se barajan varios perfiles:
- Grupos relacionados o cercanos al Gobierno de Pedro Sánchez.
- Grupos internacionales interesados en ampliar su presencia en el mercado hispanohablante.
- Fondos especializados en activos distressed o situaciones especiales.
- Actores nacionales con intereses estratégicos en medios.
Sin embargo, existen dudas sobre si algún comprador aceptará el precio exigido por Oughourlian. La diferencia entre los 450 millones ofrecidos previamente y los 750 millones solicitados ahora marca un margen difícilmente justificable solo por sinergias o potenciales crecimientos futuros.
El impacto para el ecosistema mediático
La posible venta puede alterar profundamente el equilibrio mediático nacional. La Cadena SER mantiene el liderazgo radiofónico pese al auge digital. El País sigue siendo referencia informativa pese a su erosión publicitaria. Su salida del paraguas PRISA abriría nuevos escenarios:
- Cambios editoriales según el perfil del comprador.
- Reestructuraciones laborales o tecnológicas.
- Ajustes estratégicos para adaptarse a nuevos modelos digitales.
Además, esta operación puede marcar un precedente para otras grandes cabeceras europeas que enfrentan retos similares: caída estructural en ingresos publicitarios tradicionales, competencia digital global y fragmentación social creciente.
Un futuro incierto pero decisivo
La decisión estratégica tomada por Joseph Oughourlian abre una etapa crucial para los medios españoles. Lo que está en juego no es solo el futuro empresarial inmediato de la empresa: también es la configuración misma del espacio público informativo español durante los próximos años. Las próximas semanas serán clave para saber si alguien está dispuesto a pagar el precio solicitado o si finalmente habrá que rebajar expectativas ante una realidad mucho más dura que los números sobre el papel sugieren.