Es la baza secreta de Putin.
Y muchos creen que ya la puesto en marcha.
La guerra en Ucrania ha tomado un giro inesperado con la llegada de soldados norcoreanos.
Y no es algo marginal ni irrelevante.
Los militares ucranianos reconocen que pelean con ferocidad y, bajo presión extrema, antes de rendirse, se suicidan.
Este fenómeno ha añadido una nueva dimensión al conflicto, complicando aún más la situación para Ucrania y Rusia.
¿Quiénes son estos soldados norcoreanos?
Desde octubre de 2024, se estima que alrededor de 10.000 soldados norcoreanos han sido enviados a luchar junto a las fuerzas rusas en Ucrania.
Este despliegue se ha visto acompañado por un alto costo humano; informes indican que cerca de 300 soldados han muerto y 2.700 han resultado heridos en los combates.
La inteligencia surcoreana ha revelado que el régimen de Kim Jong-un presiona a sus tropas para que se suiciden antes que ser capturadas, lo que refleja la desesperación y el fanatismo que caracteriza a este grupo militar.
Los soldados norcoreanos están entrenados para cumplir órdenes sin cuestionar.
Un diario de un soldado fallecido muestra su determinación: «Aunque me cueste la vida, cumpliré las órdenes del comandante supremo sin vacilar».
Esta mentalidad es parte de una cultura militar donde el sacrificio personal es visto como un deber patriótico.
Motivaciones detrás de estos actos
La presión para suicidarse proviene de varios factores, incluido eel temor a represalias contra sus familias en Corea del Norte si son capturados.
Está también el fanatismo. Basta echar un vistazo al pasado.
La Guerra de Corea (1950-1953) fue un conflicto brutal que dejó profundas cicatrices en la península coreana y evidenció la ferocidad y el fanatismo de las fuerzas norcoreanas.
A lo largo de este enfrentamiento, se observaron actos extremos de lealtad y sacrificio por parte de los soldados comunistas, que a menudo eran impulsados por una ideología profundamente arraigada en el culto a la personalidad de sus líderes.
La ideología del régimen ha evolucionado pero sigue siendo fundamental para entender la dinámica actual en Corea del Norte.
La militarización extrema y el culto al líder continúan siendo herramientas clave para mantener el control sobre una población aislada y temerosa.
LOS DESPLEGADOS EN KURKS
Los soldados creen que sus vidas y las de sus seres queridos están en juego, lo que los lleva a tomar decisiones extremas.
Además, se ha informado que algunos soldados han sido instruidos para llevar a cabo tácticas suicidas durante los enfrentamientos, como atacar con granadas para causar daño antes de ser apresados.
Impacto en el conflicto
La participación de estos soldados ha tenido un impacto significativo en el campo de batalla. Las fuerzas rusas han utilizado a los norcoreanos en ataques masivos, lo que ha resultado en un alto número de bajas.
Sin embargo, su falta de preparación y equipamiento moderno ha llevado a fracasos tácticos, lo que ha sido aprovechado por las fuerzas ucranianas.
A medida que avanzamos hacia enero de 2025, la situación en los frentes se ha vuelto más compleja.
Las fuerzas ucranianas han lanzado ofensivas exitosas en regiones como Kursk, donde han capturado a algunos soldados norcoreanos. Esto no solo representa una victoria táctica, sino también una oportunidad para intercambiar prisioneros con Rusia.
A medida que el conflicto avanza, Rusia acumula fuerzas para la contraofensiva y gana poco a poco terreno.
La inteligencia indica que Moscú está preparando nuevas oleadas de tropas, lo que podría cambiar el rumbo de la guerra nuevamente.
Opciones para Ucrania
- Intercambio de prisioneros: Como ya se ha mencionado, el presidente Volodímir Zelenski ha expresado interés en intercambiar soldados norcoreanos capturados por prisioneros ucranianos detenidos en Rusia18. Esto podría aliviar la presión sobre las tropas ucranianas y proporcionar información valiosa sobre las tácticas norcoreanas.
- Fortalecimiento militar: Continuar recibiendo apoyo militar internacional es crucial. La colaboración con aliados puede permitir a Ucrania modernizar su ejército y mejorar su capacidad defensiva.
- Guerra psicológica: Explotar la situación interna en Corea del Norte podría ser beneficioso. Si se logra desestabilizar la moral entre los soldados norcoreanos o crear desconfianza hacia su liderazgo, esto podría reducir su efectividad en el campo.
- Diplomacia activa: Buscar mediaciones internacionales para poner fin al conflicto podría ser otra vía viable. Aunque esto puede parecer poco probable dado el contexto actual, no debe descartarse como opción a largo plazo.