FELIPE VI EN EL MUSEO NAVAL

El ‘Annus Mirabilis’ de 1625: se cumplen cuatro siglos del mejor año de la Historia de España

1625 marcó un hito histórico con una serie de victorias que consolidaron el prestigio español bajo el reinado de Felipe IV

Felipe VI en el Museo Naval
Felipe VI en el Museo Naval. PD

Hace exactamente cuatro siglos, España vivió un año excepcional conocido como el Annus Mirabilis, o «año de las maravillas».

En 1625, bajo el reinado de Felipe IV, España logró una serie de victorias militares y estratégicas que reforzaron su posición como la primera potencia mundial, al menos por un tiempo.

Este periodo, que hoy se recuerda con admiración, no solo marcó un punto álgido en el poderío español, sino que también dejó un legado histórico y cultural que se sigue celebrando.

El Annus Mirabilis tuvo como eje central cinco grandes hitos: la recuperación de Salvador de Bahía en Brasil, el sitio de Breda, la defensa de Cádiz contra los ingleses, la recuperación de San Juan de Puerto Rico y el socorro de Génova.

Estos logros no fueron fruto del azar, sino del esfuerzo conjunto de ejércitos y armadas bien organizados, liderados por figuras clave como Fadrique Álvarez de Toledo Osorio, capitán general de la Armada del Mar Océano.

Salvador de Bahía: La joya estratégica

Entre todas las gestas del Annus Mirabilis, la reconquista de Salvador de Bahía destaca como la más espectacular. Esta ciudad portuaria, vital para el control del tráfico marítimo en el Atlántico y el Caribe, había sido tomada por los holandeses en 1624. Su recuperación fue una operación conjunta entre España y Portugal, dirigida por Fadrique Álvarez de Toledo. Con una flota combinada hispano-lusa compuesta por 50 navíos y 12.500 hombres, se llevó a cabo una maniobra logística impresionante que culminó en la expulsión definitiva del invasor holandés.

La batalla no solo reforzó el dominio español en América, sino que también tuvo un impacto simbólico enorme. La brillantez con la que se ejecutó esta operación naval fue comparada incluso con gestas históricas como la batalla de Lepanto. La importancia estratégica y económica del puerto brasileño hizo que su recuperación fuera vista como un triunfo necesario para mantener la hegemonía española.

Breda y Génova: Dos asedios cruciales

Otro momento clave fue el sitio de Breda, inmortalizado años después por Diego Velázquez en su célebre cuadro La rendición de Breda. Esta victoria consolidó la reputación militar española frente a las Provincias Unidas en plena Guerra de los Ochenta Años. Además, el socorro a Génova permitió mantener el control español sobre esta ciudad aliada en Italia, clave para las rutas comerciales del Mediterráneo.

Defensa en casa: Cádiz y San Juan

El Annus Mirabilis también tuvo su impacto en suelo patrio. La defensa exitosa de Cádiz ante un ataque inglés demostró que España aún era capaz de proteger sus costas frente a potencias emergentes como Inglaterra. Al otro lado del Atlántico, San Juan de Puerto Rico fue otro escenario donde las fuerzas españolas repelieron intentos extranjeros de ocupar territorios estratégicos.

Felipe IV y el Conde-Duque: Arquitectos del éxito

Estos éxitos militares estuvieron respaldados por una política exterior agresiva liderada por Gaspar de Guzmán, conde-duque de Olivares. Como valido del rey Felipe IV, Olivares impulsó reformas para centralizar recursos y fortalecer las capacidades militares del imperio. Aunque estas políticas enfrentaron resistencia interna, lograron mantener a España en la cúspide durante esta fase inicial del reinado del monarca conocido como «el Grande» o «el Rey Planeta».

El legado cultural y conmemoraciones actuales

Cuatro siglos después, España recuerda este año excepcional con exposiciones y eventos culturales. El Museo Naval en Madrid alberga actualmente la muestra Annus Mirabilis. Salvador de Bahía 1625: El crédito de España, centrada en la recuperación brasileña y otras gestas navales. La exposición incluye un impresionante cuadro anónimo del siglo XVII que ilustra al detalle esta proeza militar.

Además, se han programado actividades como congresos históricos y homenajes para poner en valor este periodo glorioso pero poco conocido. Estas iniciativas buscan no solo celebrar los éxitos pasados, sino también reflexionar sobre cómo estos episodios moldearon la identidad nacional.

Un esplendor efímero pero inolvidable

Aunque los éxitos del Annus Mirabilis dieron un respiro al imperio español, los problemas estructurales pronto comenzaron a pasar factura. Las guerras constantes y una economía debilitada llevaron al declive progresivo durante las décadas siguientes. Sin embargo, 1625 permanece como un testimonio vibrante del poderío español y un recordatorio inspirador de lo que se puede lograr con visión estratégica y unidad.

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